Sin saberlo, el Padre Ramón (su profesor y mentor teatral) ha querido hacerle una visita sorpresa para recordar su juventud y concederle un obsequio que ha emocionado a Sobera: la medalla de oro de su colegio. Aunque Carlos Sobera ha hecho por contener las lágrimas en su cara hemos podido ver el amor que profiere hacia su querido ‘Aita Erramun’: “Fue mi primer gran maestro, me enseñó mucho… Aita, te quiero mucho, lo sabes ¿no?”