Y es que, como explica Healthline, la lengua está cubierta de bacterias, que lo ven como objetivo al mismo nivel que los dientes. Y es peligroso a pesar de que en esa zona no se puedan desarrollar caries.
"Las bacterias se acumularán en gran medida en las áreas de la lengua entre las papilas gustativas y otras estructuras linguales", ha explicado el doctor en cirugía dental John D. Kling. "No es suave. Hay grietas y elevaciones en toda la lengua, y las bacterias se ocultan en estas áreas a menos que se eliminen ", ha indicado.
Muchos puedan pensar que es suficiente con enjuagar la boca, esto no es así. Esto es así porque el grupo de microorganismos se pega en la superficie de la lengua, por lo que deshacerse de ellos no es tan simple como beber agua o usar un enjuague bucal.
Por ello, si no cepillas tu lengua de la manera correcta, esto puede causar mal aliento e incluso dañar a los dientes. Así, Kling comenta que hay que cepillarse la lengua cada vez que uno se lava los dientes, siguiendo siempre el mismo procedimiento: cepillar hacia adelante y hacia atrás, cepillar de un lado a otro y enjaguar su boca con agua. Eso sí, teniendo cuidado de no hacerlo demasiado ni muy fuerte, ya que no queremos romper la piel de la misma.
Y aunque existen raspadores de lengua, que se pueden comprar en la mayoría de farmacias, la Asociación Dental Americana asegura que no hay evidencias reales de que estos raspadores eliminen la halitosis.
Con todo ello, el cepillado de la lengua se puede convertir, al igual que cepillar los dientes, fácilmente en una rutina diaria, algo que todos los expertos recomiendan hacer.