Emelle Lewis pesaba solo 31 kilos. Esta joven de la ciudad inglesa de Huddersfield cayó en la anorexia con solo 15 años porque se veía “gorda y fea” y no tenía novio como sus amigas. Llegó a alimentarse solo de pasteles de arroz, ensaladas y barritas energéticas. Hacía duras tablas de abdominales, paseaba a su perro durante una hora diaria y nunca se sentaba hasta pasadas las cuatro de la tarde.
“En ese momento no me sentía débil porque mi cuerpo se había adaptado. Lo más duro era el frío que sentía que, a veces, era muy dolorosos”, ha explicado Emelle.
Tras pasar siete veces por el hospital, empezó a recuperarse cuando vio en Instagram las fotos de otras personas que habían superado la enfermedad. “"Instagram me salvó la vida”, ha explicado en declaraciones al diario Daily Mail.
Un día, inspirada en esas chicas que habían superado la anorexia, Emelle le dijo un día a su madre que quería curarse y hacer pesas en el gimnasio para recuperar su masa corporal. Hoy hace seis comidas diarias y consume 2.800 calorías.
“Recuerdo haberme acostado un día en la cama sintiendo como si me estuviera muriendo. Me di cuenta de que no había logrado nada en mi vida y de que esa no era la manera de terminar mi historia”, ha explicado. Hoy, ya recuperada, pesa 50 kilos y muestra su cambio en Instagram, orgullosa, para ayudar a otras personas a superar la enfermedad.