Dos de las víctimas del médico condenado por la Justicia alemana dudaron del médico y de su ensayo y tras comprobar que en la Universidad de Erlangen-Nuremberg, para la que supuestamente trabajaba, no tenían conocimiento de ningún ensayo médico, denunciaron a la policía.
Ante el tribunal, el médico ha admitido que sedó y violó a 23 mujeres enfermas con cáncer entre 2009 y 2016 y ha asegurado que estaba "avergonzado”. Las engañaba contándoles que estaba haciendo un ensayo médico contra el cáncer para la Universidad, según The Local.
El tribunal, que lo ha condenado a 10 años de prisión, considera que degradó a sus víctimas "al nivel de muñecas sexuales". Siete de los casos fueron considerados violaciones. El resto como abusos sexuales.