Pero fue rescatada por la Trio Animal Foundation y su vida cambió completamente. Fue atendida por un veterinario, lavada y alimentada. Además, le quitaron todo el pelo sucio y enredado, lo que les llevó dos horas. La pobre perra estaba tan nerviosa que tuvo que ser sedada para poderla arreglar y bañar.
Además, también fue tratada emocionalmente, ya que necesitaba recuperarse. En el centro de acogida conoció a Miller, un perro que le ayudó en sus terapias.
Se convirtió en una nueva Holland dispuesta a encontrar una nueva familia que la adoptara.Y esa familia llegó: una joven pareja que se la ha llevado a comenzar una nueva vida. Su cara de felicidad lo dice todo.