El submarino argentino ARA San Juan dejó un rastro sonoro. "Un evento anormal, único, corto, violento y no nuclear, consistente en una explosión", según ha confirmado la armada para la desolación de las familias que llevan días en la base militar de Mar de Plata.
La explosión la registraron los sensores que vigilan los océanos para detectar posibles ensayos nucleares. Fue el mismo día que se le perdió la pista y sólo tres horas después de sufrir una avería eléctrica relacionada con las baterías. Esto explicaría por qué de entre sus 44 tripulantes ninguno puso en marcha algún protocolo de emergencia establecido.
Las esperanzas de encontrarlos con vida son ya mínimas pero la armada no lo descarta: "Hasta no tener certeras que se puedan corroborar, vamos a continuar con la búsqueda del submarino y de sus 44 tripulantes". Todos ellos estarían en el interior del submarino, sepultados en un abismo de una profundidad que oscila entre 200 y tres mil metros.
Las familias por su parte han mostrado su indignación con la Armada, que les ocultó durante días que el submarino, con más de 30 años, sufrió una explosión.